Venderse a uno mismo. Eso es lo que hace cualquier persona que se presenta a una entrevista de trabajo. Habla de sus fortalezas, de su experiencia o de lo que aportaría en el caso de resultar seleccionada. Si, además, ese puesto de trabajo a cubrir es en el departamento comercial, el proceso se eleva al cuadrado porque se trata de venderse como un buen vendedor.
Y como cualquier otra venta, debe haber un objetivo final al que se debe dirigir el comercial: cerrar el trato, o lo que es lo mismo, conseguir el empleo.
Ante la situación de elegir entre muchos candidatos con capacidades similares, solo quien sepa demostrar su valía será elegido para el cargo
Si en una venta es imprescindible conocer quién compone el público objetivo, en una entrevista de trabajo es esencial informarse sobre los datos más importantes de la empresa antes de la cita.
No se trata solo de visitar su página web, sus redes sociales o saber a qué sector pertenece, sino también de investigar su trayectoria, sus clientes, sus valores, su competencia o sus proveedores. Cuánta más información se obtenga, mejor se sabrá lo que necesita esa compañía y más fácil será superar una selección a la que suelen concurrir muchos y muy buenos profesionales.
Una vez en la entrevista hay que demostrar que se cree en el producto, es decir, en uno mismo. Mostrarse como una persona segura de sí misma, extrovertida, a quien le gusta la competencia y que sabe escuchar, aclarar ideas y replantear estrategias, es una apuesta segura para triunfar.
En la entrevista hay que mostrar profesionalidad y competencia y que se es muy consciente de la responsabilidad de pertenecer al departamento comercial
Como no se puede dar la opción al comprador (en este caso el entrevistador) de probar el “producto”, es muy recomendable vender que se es la persona ideal para resolver los problemas de la empresa dando ejemplos reales de experiencias laborales previas con un pequeño esquema de cuál fue la crisis y cómo se solventó.
También juega a favor hacer preguntas en la entrevista. Mostrar interés en los objetivos y en las necesidades de la compañía dará una idea de qué fortalezas propias se deben exponer para terminar de convencer a quien escucha de que se es la persona indicada para el puesto.
Una vez finalizada la entrevista, y si se dispone de la dirección de correo electrónico de la persona que ha realizado el proceso, se debe enviar un mail de agradecimiento por el tiempo dedicado y el trato recibido, destacando la disponibilidad de realizar otras entrevistas o participar en futuras selecciones, en caso de no resultar elegido para ese puesto.
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